Pigsarán, que estaba despertando a Puka para calentarse, respondió:
- Pasa Way

Wayra recogió los filos de su poncho de alpaca, respiró un poco y dijo:
- Unos poderosos brujos han venido a esta tierra y están encadenando a los dioses. Inti ya fue tomado prisionero, Killa está encerrada en un cofre y los gigantes gemelos, los Illinizas, han sido transformados en piedra, igual que los gigantes que cuidan las kochas. Sólo yo pude escapar y ahora pido tu consejo.
Pigsarán peinaba su largo cabello gris mientras escuchaba las noticias de Wayra. Cuando él acabo de contar las malas noticias, Pigsarán terminó de trenzar su cabello.
- Vamos, Wayra –dijo-, vamos a buscar consejo con Zumag Achig, la hija de Pachacamak que vive encima del hombro del gigante Chiles. Yo no sé qué hacer, pero ella lo sabe todo y no nos negará su ayuda.
Cuando llegaron al bohío del gigante Chiles, y quisieron saludarlo, encontraron al gigante convertido en piedra, treparon por sus vestiduras y llegaron hasta su hombro bla

- Inténtalo tú Wayra –dijo Pigsarán-
Y Wayra sopló como el más fuerte de sus hijos, los vientos. Entonces de pronto vino la noche y apareció una estrella blanca, como si hubiera sido fundida en plata y colgada con un alfiler de plata en la tela oscura de la noche.
- ¿Quién me llama? – dijo- una voz dulce y detrás de la estrella apareció una anciana de cabellos blancos y ojos negros negros como capulíes.
- Perdona, Zumag Achig que perturbe tu tranquilidad, pero necesitamos tu ayuda –dijo Pigsarán, y agregó- : Éste es mi amigo Wayra…
- Conozco a Wayra –dijo- y sé porque viene a buscarme.
En verdad el problema es grave, los brujos han dañado el corazón de los hombres y es difícil curarlos uno por uno. Por eso la Luna y el Sol, se quedarán en el cielo, ya no hablarán con las personas y los gigantes no se moverán más.
- Entonces ¿no hay remedio? – preguntó Wayra con tristeza.
- Si hay uno. Ustedes dos deben proteger el alma de los niños, cuidar que los sueños se mantengan y perduren a pesar de las tristezas. Ustedes deben proteger las memorias de sus pueblos. Miren a su alrededor ¿Ven los cóndores? Sean como los cóndores.
Y después de decir estas palabras Zumag Achig desapareció.
Pigsarán estaba confundido, Wayra también. No habían alcanzado a entender las palabras de Zumag Achig; entonces vieron para a Mallko, el guardián del Jatun Wasi. Planeaba sobre el páramo, parecía que estaba flotando. Sobre sus alas brillaba el sol de la mañana y aunque abajo todo está obscuro, el cóndor sabía que el sol brillaba, por eso no se movía.
Uno de los hijos menores de Wayra, aburrido de esperar a su padre en casa, fue a buscarlo hasta el hombro del gigante. Pigsarán lo vio llegar y el joven viento saludo al anciano levantándole el poncho como si fuera una inmensa ala de cóndor.
Entonces Pigsarán dijo:
- ¡Eso es! ¡Alas de cóndor! – y antes de explicar a Wayra lo que había descubierto, lop tomó del poncho y los dos bajaron volando del gigante y llegaron al bohío de Pigsarán.
Cerca del bohío. Pigsarán cortó unas cañas huecas y sin contestar ninguna de las preguntas de Wayra, le pidió que ayudara.
Wayra se cortó unos cabellos y con eso anudaron un esqueleto de caña. Con otros cabellos, Pigsarán fijó un pedazo de su catona sobre las cañas y destejió su poncho para hacer un ovillo de lana muy fuerte.
- ¿Qué es? –preguntó Wayra
- Un pedacito de cóndor – contestó Pigsarán, y agregó:- vamos a ver si vuela.
el hijo menor de Wayra comprendió cual era la idea de Pigsarán y trató de elevar esa ala y no pudo.
- Falta algo- dijo el niño viento.
- Un poco de peso- pensó Pigsarán y, sin dudarlo, cortó su trenza y la agregó a un extremo del ala.
Entonces el niño viento pudo elevar el ala y desde el cielo dijo a su padre:
- Padre Wayra, si este es un juguete para los niños, ellos nunca sabrán lo que es vivir con la cabeza ba

Y el padre aceptó.
Desde entonces, los niños de las tierras de Pigsarán esperan con ansia el hijo de Wayra, que vuelve cada agosto y llama a las puertas de las casas para que cada niño saque su cometa y la eleve.
A veces, cuando sobre el hombro del gigante chiles aparece Zumag Achig, los niños de la tierra pasto sueñan con un indio de ojos negros. Es viejo y tiene el cabello gris, no muy largo. Dicen lo que conocen de estas cosas que cuando Pigsarán vuelca a crecerle el cabello, esta tierra conocerá un tiempo de paz.
Mientras, todavía nos quedan las cometas.
Eso decía abuelo.
hola Esta obra se lanzó en un festival de Teatro Intercolegial en Quito Ecuador, talvez saben quien la dirigió y por qué tienen publicadas esas fotos y no se hace ninguna referencia a la persona que la dirigió. muchas gracias
ResponderEliminarhola por que tampoco se hace referencia a la escritora y por qué no se publicaron las fotografías de la obra en cuestión
ResponderEliminarquisiera saber quién te dio permiso para publicar mi cuento y modificar el texto a tu antojo, como para que te saltes la referencia al pueblo pasto y a otras claves culturales. Es cierto que el conocimiento es universal, pero créeme, los personajes y el texto son míos y puedo probarlo. Por favor, retira el texto o al menos coloca el crédito de la autora.
ResponderEliminarsaben que lo que están haciendo es plagio, saben que hay una autora de este cuento y saben que ha sido leído a nivel nacional y publicado por libresa, entonces por favor no atenten más en contra de los derechos de autoría, además son saberes ancestrales que deben ser respetados y conservados en su forma original, porque hacen referencia a la Cultura Pasto Quillasinga, así que por favor pidan permiso a la autora para hacer este tipo de robos mal intencionados y descarados.....
ResponderEliminarla autora es NARVAEZ, YHAMILE de Editorial: LIBRESA ,a pesar que no lo he leído completamente el libro me parece , de lo mejor , si no es el único que habla acerca de nuestra cultura además que tiene una excelente redacción y estructura, al contrario de las otras opiniones, pienso que se deberían publicar los otros cuentos para que la gente conozca el gran patrimonio de cuentos y leyendas que tiene la cultura pasto, si una obra es tan buena como la presente, sería un verdadero desperdicio que se mantenga en el anonimato
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